Asistir a un Campeonato Mundial de Aufguss (Aufguss WM) por primera vez puede resultar intimidante, especialmente si vienes de Estados Unidos, donde la cultura de la sauna apenas está despegando. Hace muy poco, se han abierto nuevos spas con saunas de gran formato para eventos destinados a rituales de aufguss en Nueva York (Othership y Bathhouse) y Las Vegas (Resorts World y Fontainebleau), y se abrirán más.
Sin embargo, en Thermen Bussloo, un impresionante centro de bienestar y sauna cerca de Ámsterdam, en los Países Bajos, estamos rodeados de cientos de entusiastas de la sauna parcialmente desnudos que han pagado 100 € por un boleto diario para embarcarse en un viaje lleno de emociones, arte y calor.
Lo más básico
La palabra «aufguss» es lo primero que debe entender un novato. Esta palabra alemana se traduce como “infusión de vapor”, pero se ha convertido en un término genérico para describir la experiencia de 15 a 20 minutos por la que te guía un maestro de sauna o aufguss.
El aufguss se presenta en muchas formas diferentes. Las sesiones clásicas, que se han practicado durante décadas en toda Europa, ven el papel del maestro de sauna como elevar la temperatura y controlar la circulación del vapor, el calor y los aromas mediante el movimiento creativo de las toallas. Las sesiones de aufguss rituales (o zen) llevan a los invitados a un viaje interior, que incluye meditación, yoga, baños de sonido o ejercicios de respiración. Mientras que las sesiones de aufguss teatrales o de espectáculo, el foco de Aufguss WM, se describen mejor como un viaje impulsado por las emociones de arte puramente escénico.
El “escenario” de los espectáculos es el nuevo Sauna Theatre de Thermen Bussloo, que ha costado 2 millones de euros, construido específicamente para estimular los sentidos con sistemas de iluminación y sonido de última generación y una pantalla LED de más de 4,5 m de ancho. Con 160 participantes, los campeonatos atraen a los mejores maestros de aufguss del mundo y puedo confirmar que una sesión de 15 minutos en una sauna a 80 °C nunca ha sido tan atractiva.
Lo siguiente que me viene a la cabeza es la desnudez casi total en la sauna, salvo la propia intérprete y aquellos de nosotros con toallas colocadas juiciosamente. La desnudez tiene sentido cuando estás en el momento (el sudor y la ropa no combinan bien), pero esta práctica (principalmente europea) resulta inicialmente desagradable. Sin embargo, lo tomo como una oportunidad para celebrar las diferencias culturales y abrazar la positividad corporal.
Tiempo de competición
Durante los cinco días que dura el Aufguss WM, se realizan 16 sesiones diarias, en las que participan los clasificados de los 16 países participantes en la competición individual y por equipos. Un jurado califica meticulosamente cada ronda, reduciendo los clasificados a 16 finalistas que competirán por el título de campeón mundial el último día.
Los maestros de Aufguss son juzgados en múltiples aspectos: desde el profesionalismo hasta la capacidad de aumentar y distribuir el calor, las técnicas de ondulación de la toalla (con deducciones por dejar caer una toalla), el tema y la implementación (¿tiene sentido el tema? ¿Está involucrada la audiencia?), la atmósfera y la sensación general y la coordinación del equipo (incluida la preparación de la actuación, que se mantiene en un estricto plazo de 15 minutos).
Los campeonatos se llevan a cabo desde 2015 y el año que viene habrá incluso más competidores, ya que tres nuevos países (Canadá, Islandia y los EE. UU.) lanzarán eventos clasificatorios nacionales.
Al asistir a las sesiones finales mientras los maestros de sauna competían por el primer puesto, me quedé impresionado por el nivel de detalle y el rendimiento. Itsuki Minotani, un recién llegado del equipo japonés, nos llevó a su mundo de realidad virtual mientras se enamoraba de una novia virtual, y nos llevó a un viaje de primeras citas y besos con un movimiento de toalla excepcional. Barbora Brozova, una bailarina checa con formación, se paseó hermosamente por la sauna mientras contaba la historia de una pérdida y el poder de seguir un sueño.
El ganador de este año, el italiano Michael Niedermair, me hizo llorar al borde de las lágrimas mientras exploraba hermosamente la lucha que muchos jóvenes de hoy están experimentando con la depresión y las enfermedades mentales. Era su cuarta vez en la final, pero su primera victoria. “Mi objetivo con un aufguss es siempre enviar un mensaje”, exclama. “Cuando te caigas, acéptalo, acéptate a ti mismo y sigue adelante”.
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